Esas gotas, frescas, que mojan tus ojos y nublan tu mirada, apenas puedes caminar.
El piso mojado, y los zapatos mas, las mangas de la camisa caen por las manos y tus cabellos, ya no importa... la alegría te retiene y no quieres perderte un segundo de ese instante.
La lluvia, esas gotas de alegría que disimulan las lágrimas, qué no se puede hacer con ella, seamos cómplices de ella.
Esas gotas, frescas, que mojan tus ojos y nublan tu mirada, apenas puedes caminar.
ResponderEliminarEl piso mojado, y los zapatos mas, las mangas de la camisa caen por las manos y tus cabellos, ya no importa... la alegría te retiene y no quieres perderte un segundo de ese instante.
La lluvia, esas gotas de alegría que disimulan las lágrimas, qué no se puede hacer con ella, seamos cómplices de ella.